Don Miguel de Camargo, en virtud del poder que tengo de esta Villa de Ágreda, Digo que, habiendo ido por aquel partido don García de Haro, Conde de Castrillo, del Consejo y Cámara de Su Majestad, con comisión particular para las cosas tocantes a él donativo, concedió a la dicha Villa facultad de poder hacer feria cuatro días consecutivos en cada un año, con qué no concurriesen con otras ferias circunvecinas doce leguas entorno y qué no hubiesen de cesar los encabezamientos ni hacerse baja alguna por razón de la dicha feria, sirviendo con cuatro mil quinientos ducados de donativo pagados en cinco años, según parece del memorial y decreto que presentó, de que se otorga obligación en forma y se tomó razón en los libros de donativo.
Y porque a V. Majestad y a su Consejo de Hacienda toca acceder del dicho privilegio, y de darle no resulta perjuicio alguno, antes mucha utilidad a la Real Hacienda porque lo más que se viene a vender es del Reino de Navarra y del de Aragón, por confinar con ella la dicha Villa, donde no se paga alcabala alguna y se aumentarán los derechos de los diezmos de los dichos puertos, cuánto fueren mayores las entradas que se ocasionasen con la dicha feria.
Pido y suplico a V. Majestad mande que se le despache el dicho privilegio en la conformidad que le está hecha la concesión que en ello recibirán con justicia.

Fdo. Miguel de Pasquier y Camargo

Poder a Miguel Pasquier de Camargo para solicitar Feria en Ágreda